Reporte Energético : Bienvenido otoño

Superposition. Chema Mendez

Las energías de otoño, al ser una época en la que el velo dimensional se vuelve delgado, nos permiten conectar con los ciclos relacionados con la muerte, con lo que se marchita, con el dejar ir. Ciclos que son tan importantes como el nacer y lo que consideramos nuevo.

Las lunas de octubre, al ser también muy potentes en energía, nos permiten purgar y purificar aquellas cosas que hemos trabajado tanto en este año como en anteriores; cosas que hemos tenido que trabajar de manera profunda, como pérdidas, tanto en relaciones personales como simbólicas.

La pérdida, pese a que puede parecer algo negativo, siempre es extremadamente poderosa. Nos recuerda por qué estamos aquí, por qué es bueno soltar, pero también que esta experiencia humana es válida, aun si hay sufrimiento de por medio.

El dolor tiene su lugar; el detalle está en poder transformarlo en conocimientos que nos sirvan tanto en este plano como en otros. El dolor, como tal, no es algo negativo: puede llegar a ser una herramienta que usemos a nuestro favor o en contra. En todo caso, eso solo es posible si se vive de manera libre. Con esto me refiero a que, al querer suprimir el dolor, lo único que logramos es volverlo más fuerte y convertirlo en sufrimiento. Vivirlo nos hace más fuertes ante las adversidades de este mundo de naturaleza dual.

Antes de recibir el renacimiento, hay que darle la bienvenida a la muerte.

Si eres una persona que sabe que tiene dones psíquicos e intuición potenciada, esta es una época en la que es bueno hacer a un lado el miedo para poder explorar con mayor profundidad. La intuición, al final, es sutil, pero épocas como estas y el velo fino permiten que percibamos más de lo normal, sentir con profundidad.

Pese a ser una época asociada con lo macabro, es todo lo contrario. En el México antiguo era bienvenida desde un lugar de fiesta y como una importante época de cosecha en diferentes partes del mundo.

Así como vemos la vegetación marchitar, nosotros también podemos experimentar esto de manera simbólica y, además, física. Algunos podrán sentir mayor sensibilidad en el cuerpo, como si estuvieran entumidos o como si hubieran hecho mucha actividad física. Estos dolores serán leves, pero es importante mover esa energía de manera literal, moviendo el cuerpo. Si quizás no eres asiduo al ejercicio, esta época podría impulsarte a moverte más, además de que el clima más fresco lo facilita.

Beber mucha agua no es solo un consejo médico; yo también te lo doy. Mantenerse hidratado te mantiene protegido de múltiples energías y además hace que la energía interior se mueva de manera más armónica. Ayuda con los síntomas energéticos, principalmente en lunas llenas.

No tengas miedo de recibir a la muerte y al marchitar. Si hay algo poderoso en nuestra experiencia humana, es eso: encararla para soltar, dejar ir y poder entonces dar la bienvenida a nuevos ciclos y caminos.

No olvides recibir con amor y disfrute los deliciosos alimentos que traen las cosechas del otoño: los dulces de calabaza, las calaveritas de azúcar y la canela. Estos ayudan a transitar las pérdidas con mayor facilidad y a dar calor al corazón y al alma.

Bienvenido, otoño, y bienvenida la muerte. Canción: Morir en paz, David Haro

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